luego de explorar diferentes opciones y hacer una encusta entre los participantes, la vaca se erigió como la imagen del festival, esta circuló en afiches, mupis e inf. electrónica durante todo el mes.
esfoto 08
El Salvador, Septiembre de 2008
la vaca...
luego de explorar diferentes opciones y hacer una encusta entre los participantes, la vaca se erigió como la imagen del festival, esta circuló en afiches, mupis e inf. electrónica durante todo el mes.
Luis González Palma
esfoto periodismo
Alejandro Castellote
Moisés Barrios

Registro de proyecciones de diapositivas
en el LUIS POMA
La no-estética, propia del documento fotográfico, donde se registra
todo, sin las intenciones de perfeccionar la imagen, es la base de
este proyecto.
El paseo diario es propicio para encontrar elementos y establecer un
diálogo con los objetos que nos circundan. Ese espacio silencioso
también se extiende a través de pequeñas acciones, como recorrer su
casa y proyectar imágenes de árboles capturados durante esos
recorridos cotidianos. Este gesto concreta dos cosas: establece la
importancia que ha tenido el paisaje en la vida de una persona y la
reflexión sobre el paisaje como producto cultural, inmanente a la
cultura de las imágenes.
La luz que se cuela en el ojo de la cerradura y busca proyectarse al
fondo oscuro del interior de la casa -como cámara oscura- también
permiten recrear y celebrar esos primeros pasos –de aparente
intrascendencia- de los fotógrafos que dieron vida al invento.
MB
QUOTIDIEN


QUOTIDIEN
Catalogación de lo cotidiano
“se ve mejor quien es uno mismo a través de las cosas que nos rodean y no en una foto del rostro o del propio cuerpo”.
Sol Lewitt
En la historia de la fotografía se encuentran muchas referencias de artistas que han usado este medio para realizar una observación precisa de algunos detalles de su vida, Sol Lewitt, por ejemplo, en su serie “Autobiografía”, registró en mas de 1000 fotografías, cada detalle de su casa con motivo del traslado de su residencia de NY a Florencia, ninguna de las pequeñas instantáneas llama la atención por ella misma, pero el mosaico entero ejerce una poderosa fascinación en el espectador.
con una mirada abierta y desprejuiciada Roni, Verónica y Javier, han ido también registrando situaciones triviales de la vida cotidiana que pasan a convertirse, en algunos casos, por el manejo de la técnica, la composición y el color, en imágenes de curiosa belleza, todo como un disciplinado ejercicio de catalogación, un ejercicio Zen en el que los objetos y las cosas mas sencillas nos revelan la personalidad obsesiva de sus autores, un vistazo a una realidad que dista mucho de las cuidadas fotos de productos en revistas o de anuncios publicitarios en los que vemos escenas similares con un aire de falsedad.
La ropa planchada y doblada, los trastos de cocina recién lavados y la comida que una persona ingiere por un año entero, se convierten entonces, en un catálogo personal, un diario de vida y, como en el caso de Lewitt, en una autobiografía.
wi
personajes 2
charla de Miguel Flores
la favorita

exlente registro fotográfico del patrimonio gráfico popular de Guatemala, realizado por Erick Menchú y Alberto Rodríguez. exhibido en el MUNA.
“Patrimonio Gráfico Popular”
Toma el pintor su trago de aire; coge de sus bártulos la brocha y traza rótulos, rostros, estufas o perros. Puesta la primera gota, el muro es otro. El barrio se transforma. El universo de las cosas tiene un nuevo giro. ¿Quién osaría desestimar la función mágica que tiene, en el curso de la existencia, el pintor de rótulos e imágenes? Éste, en solitario, inserta su estilo y lo hace al ritmo de los motores. Detrás de él, rajándole las espaldas, el Sol de medio día o la lluvia que revienta sus pigmentos. Detrás de él, el ruido de las camionetas como una sinfonía de la cólera, del Cielo, del hambre, del sexo. Igual sucede con los pintores de caballete o con los paisajistas, éstos se inspiran con Bach o con el rock y pintan, aburridos, dentro de sus cuartos tristes, mientras que aquéllos lo hacen con el bullicio de la carretera o con la pachanga puesta en boca de su radio transistor.
Las fotografías hoy colgadas en este salón dan testimonio de que esas obras efímeras, anónimas, libran digna batalla contra los rótulos hechos de vinil o contra las espantosas gigantografías que muestran a niños estúpidos en brazos de gordas de Givenchy. Son obras de auténticos creadores que parten de un encargo y detonan sus emociones con asombrosa libertad. Conservar los resultados, en estas fotografías, es lo que hoy hacen Alberto Rodríguez y Erick Menchú; así reconocen la belleza, el valor que tiene la sencillez y se quitan el sombrero ante la gracia y rudimentaria hermosura que trazan los pintores callejeros.
Juan Carlos Lemus
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